Ya hablamos hace unos meses del concepto de la pífia y cómo ese aspecto salvaje, en el que un fallo podía ser crítico, creando todo tipo de catastróficas desdichas más allá de fallar un ataque, es algo que no aparece tan a menudo en los RPGs y, sin embargo, era un elemento realmente interesante de los juegos de rol de papel y lápiz.
Evidentemente, hay muchos juegos en los que ese aspecto sí está presente, bien sea en algún ataque concreto o apareciendo como un elemento básico que nos acompaña en toda la aventura. La cuestión es que en esa entrada, ya por el final, comentamos el efecto que podía tener en el jugador encontrarse con una pífia en una saga concreta: Fire Emblem... Y es que la serie de Intelligent Systems o, por poner otros ejemplos, la saga XCOM y la gran cantidad de títulos asociados a la misma que han salido últimamente, con el caso de MASSIVE CHALICE como uno de los ejemplos más evidentes para el género RPG, en todos estos juegos tenemos un caso bastante evidente en el que cualquier tipo de fallo prácticamente se convierte automáticamente en una pífia.
Porque, bueno, hay pocos métodos más evidentes de hacer que un fallo se sienta como especialmente grave cuando, directamente, nos lleva a un Game Over o, básicamente, nos obliga a reiniciar, ya que en estos títulos en los que la muerte de un personaje supone perderlo para siempre hay veces que no podemos asumir ciertas pérdidas porque nos alejan de que podamos disfrutar tranquilamente de nuestra partida.
A (casi) nadie le gusta haber desarrollado a un personaje y perderlo para siempre por un golpe de mala suerte... Si podemos reiniciar la partida y corregir esa desgracia.