A estas alturas, pensar en el colapso del mercado de las consolas, incluso con la creciente expansión de los videojuegos en PC o smartphones, suena más a una loca esperanza de jugadores que no pueden disfrutar de los sistemas actuales que otra cosa. Sí, es verdad que el mercado de Steam supera con creces al que tiene cualquier otro, pero de ahí a pensar que un mercado donde hay más de 100 millones de consolas, incluso sólo considerando los sistemas más actuales, puede estar viviendo sus últimos momentos, es de risa.
Hay juegos que venden más en PC que en consolas y a la inversa, siempre ha sido así. Todavía a estas alturas seguimos teniendo una gran cantidad de exclusivos para cualquiera de los dos principales sistemas y, aunque Steam esté atrayendo a muchos JRPGs, el retraso que llevan con esos mismos lanzamientos en consolas demuestra que, aún a día de hoy, estamos tratando con dos tipos diferentes de clientes. Y eso no es algo que vaya a cambiar, porque Nintendo y Sony no van a permitirlo, sobre todo porque tienen suficientes estudios para garantizarles juegos exclusivos de sobra con los que seguir atrayendo a los jugadores a sus consolas. De igual forma, ahora que ha encontrado su sistema, el mercado de PC sólo va a crecer y crecer.
Sin embargo, hace muchos años, cuando esto de las consolas hacía poco que había nacido, vivió una crisis tan grave que, literalmente, hundió por completo el mercado de estos sistemas y pudo haber sido el fin del mismo, si no fuera porque surgió de forma inesperada cierta compañía japonesa...
Pero, bueno, supongo que toca contar las cosas por el principio, así que viajemos a mediados de la década de los 70 y comienzos de los 80 para ver cómo se había llegado a esta situación:
Pero, bueno, supongo que toca contar las cosas por el principio, así que viajemos a mediados de la década de los 70 y comienzos de los 80 para ver cómo se había llegado a esta situación: