La primera consola portátil de Sony, PSP, seguramente pasará a la historia de muchos jugadores por sus características "fuera de la legalidad" que por sus propios títulos. Que sus capacidades técnicas fuesen similares a las de la primera PlayStation abrió la puerta a que fuera usada como emulador portable de la mítica consola, lo cual expandió (aún más) el catálogo de RPGs disponible en este sistema.
Añadiendo en la ecuación relanzamientos clásicos de la Store de Sony (Entre los que tenemos RPGs míticos como Chrono Cross, Vagrant Story o Final Fantasy del VII al IX) queda claro que PSP contó con un apoyo mayoritario de una compañía clave: Square Enix, que vio en la portátil de Sony muchos elementos a su favor en términos de potencia o un público realmente interesado en los títulos que ellos podían llevar a PSP. Y no fueron los únicos: gran parte de las compañías niponas que realizaron RPGs para la portátil pensaron antes en la adaptación de sus series de más renombre que en probar algo realmente nuevo.
Esa apuesta de las compañías niponas, no obstante, se encontró con un serio problema en occidente, donde el apoyo fue minoritario y Sony tampoco hizo nada para evitarlo, lo que llevó a que los últimos años del sistema coincidiesen muchos títulos que no dieron el salto a nuestras fronteras porque no había la suficiente demanda. Valkyria Chronicles III, Suikoden: The Woven Web of a Century, Digimon Adventures o Final Fantasy Type-0 son ejemplos claros de RPGs interesantes que no comentaremos en esta entrada porque sólo llegaron, si acaso, a través de fantraducciones, pero no de forma oficial.